sábado, 22 de diciembre de 2012

JAZZ BASS 76

Hola amigos! 
Después de años de búsqueda apereció "EL BAJO". Este modelo de Fender jazzbass siempre me gustó por la estética, y como también me chifla el sonido fender jazzbass pasivo, pues buscaba un bajo así. Los problemas son los de siempre; dinero y tener uno a tiro. Bien, pues hace un tiempo cobré un finiquito y después de mucho pensarlo, hacer cábalas y buscar por la red y preguntar a gente, he comprado estos trozos de madera y metal;




No voy a decir lo que me costó, pero para mí fue un buen precio. No estaba en óptimas condiciones, pero eso lo hacía más atractivo para mí. También le iba a poder "meter mano"...
Como podéis ver en las fotos ha sufrido el paso de los años y las batallas... Pero el mástil, que era lo que más me preocupaba estaba bien y el alma funcionaba. Bastante sucio, sin pastillas ni puente originales, ni uno de los potes. Pero lo demás fetén, teniendo en cuenta que a mí no me importaba en demasía el estado de la pintura...
El golpeador y parte de la pintura estaban deteriorados. Como si hubieran estado expuestos a una fuente de calor. Una estufa para los que no seáis americanos del CSI...






Después de una buena limpieza, en la que salió hasta un poco de pintura... Le cambié el puente y las pastillas (que por cierto las dos eran del mástil...) por unas fender jazzbass del 73 de alnico,  compradas a un forero de Bajistas.ORG. Y le cambié el único pote que no era original por un push-pull para pasar las pastillas de serie a paralelo.





El estado de los trastes después de 35 años no era muy bueno, y aunque la acción era bastante baja y no trasteaba, preferí nivelarlos y pulirlos. Y claro ya que estaba, aceitar el diapasón que estaba más seco que la mojama...



Le habían puesto un puente aprovechando algunos agujeros del original, osea, torcido, lo que hacía que las cuerdas no quedaran bien alineadas con el mástil. Pero al poner el puente fender vintage, sorpresa! no acababan de estar alineadas.


E investigando me di cuenta porqué... Los orificios del cuerpo para anclar el mástil estaban dados de sí y el mástil quedaba torcido.


 Así que taladro en ristre y al ataque!!!



                            Al anclaje de la correa también hubo que hacerle un apaño...



                                                   Y finalmente el colega quedó "asín"


                 
 Aquí se puede ver con su cuñado japonés y su hermanito mejicano más joven.


 Otro día os pondré la reparación que le hice al golpeador. Que como estaba retorcido por misteriosas razones, lo tuve que enderezar y se rompió. Y claro, no lo voy a tirar. Además me gusta más con el original aunque sea negro. Al César lo que es del César... Pero eso otro día que hoy me duele el culete de estar sentado. Un saludito amiguitos!!!